1. Ahorramos energía y luchamos contra el cambio climático
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Menos consumo de energía. Si reciclamos reducimos el trabajo de extracción, transporte y elaboración de nuevas materias primas, lo que conlleva una disminución importante del uso de la energía necesaria para llevar a cabo estos procesos.
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Menos CO2 a la atmósfera. A menor consumo de energía generamos menos CO2 y reducimos el efecto invernadero. Es decir, que reciclar en casa supone ayudar al planeta y contribuir a luchar contra el cambio climático.
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Menos contaminación del aire. Es un punto importante si prestamos atención a la relación que hay entre la calidad del aire y la salud. Según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), nuestra salud cardiovascular y respiratoria será mejor cuanto más bajo sea el nivel de este tipo de contaminación. Algo a tener en cuenta si pensamos en el tipo de aire que están respirando nuestros niños y niñas cuando juegan en los parques o las calles de las grandes urbes.
2. Usamos menos materias primas
Si reciclamos el vidrio, el papel o el plástico ya no hay necesidad de hacer uso de tantas nuevas materias primas para fabricar productos.
De este modo ahorraremos una cantidad importante de recursos naturales y conservaremos, entre otras cosas, nuestros bosques, los llamados pulmones del planeta, cuyo trabajo es fundamental para descontaminar el ambiente.
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Un árbol puede captar anualmente hasta 150 Kg de CO2.
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Los bosques actúan como filtros de pequeñas partículas urbanas.
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Las grandes superficies de árboles y vegetación moderan el cambio climático.
3. Fabricamos nuevos productos
A través del reciclaje se crean nuevos productos. Aunque nunca te hayas parado a pensarlo, hay objetos cotidianos que nacen a partir del reciclaje.
¿Qué objetos se pueden emplear? Muchas cajas de zapatos tienen su origen en los tetrabriks, una llanta de neumático se puede fabricar con esas mismas latas de refresco que guardas en tu frigorífico, y ese forro polar que tanto te abriga tiene su origen en las botellas de plástico PET.
4. Creamos puestos de trabajo
Reciclar en casa supone preservar el medio ambiente y algo tan importante como ayudar a la creación y al mantenimiento de puestos de trabajo. Porque el proceso de reciclaje de residuos necesita de empresas y personas trabajadoras que recojan los distintos materiales y los clasifiquen.
5. Preservamos el medio ambiente
El vertido de las basuras domésticas o los desechos procedentes de la industria, como son los tintes textiles o los productos químicos agrícolas, están contribuyendo a contaminar algunos ríos del planeta, mermando su riqueza natural y destruyendo los hábitats de muchas especies. Es vital actuar de forma responsable.
Por ejemplo si reciclamos:
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La industria contamina menos el aire al reducir la cantidad de emisiones de gases efecto invernadero.
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Protegemos nuestros suelos porque los residuos van al lugar correspondiente y no se acumulan en las aguas de nuestros ríos y mares.
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Al usar los residuos orgánicos para el compostaje de nuestros jardines o cultivos, evitamos los fertilizantes químicos.
- También estamos protegiendo nuestros acuíferos y preservando el hábitat natural de muchas especies.